domingo, 18 de octubre de 2015
Atención plena de la respiración
Este ejercicio dura 15 minutos. Búscate un lugar cómodo y tranquilo en donde
puedas sentarte. Siéntate de forma que los huesos sostengan tus músculos y no
tengas que hacer esfuerzo para mantenerte en esa postura durante todo el
ejercicio. Para ello, mantén la espalda recta y apoyada suavemente, con las
paletillas ligeramente caídas y la barbilla algo metida hacia el pecho.
Inspira hondo tres veces para relajarte y soltar cualquier carga que lleves encima.
Deja caer suavemente los párpados o cierra parcialmente los ojos, según te resulte
más cómodo.
Fórmate una imagen de ti mismo sentado. Nota tu postura en la silla como si te
estuvieras viendo desde fuera. Deja a tu cuerpo y a tu mente tal como están.
Ahora presta atención a la respiración. Presta atención dónde la notes con más
fuerza. Algunos la notan en la nariz, otros la perciben como una brisa en el labio
superior. Otras personas perciben el pecho que sube y baja. Otros la notan con más
claridad en el abdomen, al expandirse la barriga con la inspiración y al retraerse
con la espiración. Explora con cuidado tu cuerpo y descubre dónde te es más fácil
notar la respiración.
Ahora descubre cuándo notas la respiración con más fuerza – al exhalar, o al
inhalar. Si ambas son más o menos iguales, elige una de las dos. (Para simplificar
voy a suponer, para el resto del ejercicio y para el resto del libro, que eliges la
exhalación y que el lugar escogido es la nariz).
Presta atención a la sensación de cada exhalación. Siente el aire al salir por los
agujeros de la nariz cada vez que lo espiras. Al inhalar, simplemente descansa la
atención y deja a la inhalación en paz mientras esperas. Luego vuelve a sentir la
siguiente exhalación. Deja que tu cuerpo respire – lo hace automáticamente. Presta
atención sólo a la sensación del aire en la nariz cada vez que exhalas, una y otra
vez. Tu mente se distraerá de la respiración muchas veces por minuto. No te
preocupes por cuántas veces tu mente se distrae. Vuelve suavemente a la
sensación en la nariz al exhalar cada vez que notes que la atención se ha ido.
Puedes utilizar un reloj para medir el paso del tiempo. Echa una mirada al reloj y
cuando falten un par de minutos, deja de focalizar la nariz y presta atención a cómo
se mueve toda la parte superior del cuerpo con cada respiración. No pienses
demasiado en ello. Simplemente nota tu cuerpo, vivo y en movimiento, con cada
respiración.
Después de 15 minutos, abre suavemente los ojos, mirando hacia abajo. Saborea la
tranquilidad del momento antes de seguir adelante.
www.mindfulnessyautocompasion.org
©2012 Mindful Self-Compassion, Christopher Germer, PhD, All Rights Reserved.
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